
Hay muchos alimentos que pueden aumentar el riesgo de desarrollar grasa visceral. Incluyen palomitas de maíz, refrescos dietéticos, grasas saturadas y bebidas azucaradas. Es una buena idea evitar estos alimentos tanto como sea posible, ya que estos ingredientes pueden promover la obesidad y provocar enfermedades cardiovasculares.
Grasas saturadas
Hay algunos estudios que han demostrado que las grasas saturadas aumentan las grasas viscerales. La razón principal de esto es que pueden dificultar la regulación de la insulina.
Además, también favorecen el almacenamiento de grasas en el hígado. Esto puede conducir a trastornos metabólicos.
Las grasas poliinsaturadas pueden ayudar a reducir el almacenamiento de grasa visceral. Sin embargo, es necesario realizar más investigaciones para determinar cómo funcionan.
Estas grasas también pueden afectar la cantidad de colesterol en la sangre. Por lo tanto, también pueden disminuir el riesgo de enfermedades del corazón.
Puede ser beneficioso consumir estas grasas en pequeñas cantidades. Puede hacerlo a través de su dieta o utilizando métodos alternativos. Por ejemplo, puede evitar los alimentos fritos y otros alimentos procesados.
También puede hablar con su proveedor de atención médica sobre un plan de dieta y un plan de ejercicios. Esto es importante porque puede prevenir afecciones relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2.
Palomitas de maíz con aire
Las palomitas de maíz infladas con aire son un refrigerio popular. Contiene mucha fibra, lo que te ayuda a sentirte lleno.
Además, es relativamente bajo en calorías. Por lo tanto, puede ayudarlo a perder peso. Sin embargo, debes comerlo con moderación. Si está comiendo demasiado, dará lugar a un aumento de la grasa visceral.
Este tipo de grasa es la más peligrosa. La grasa visceral se ha relacionado con varias enfermedades, incluidas las enfermedades cardíacas y la diabetes. Para evitar esto, es mejor apegarse a las palomitas de maíz.
Lo bueno de las palomitas de maíz es que son integrales. Además de fibra, está repleto de nutrientes y minerales esenciales. También puede agregar condimentos como canela y hierbas frescas.
Las palomitas de maíz son bajas en calorías, pero tienen una gran cantidad de fibra insoluble. Este tipo de fibra promueve la regularidad, ayuda en la digestión y minimiza el riesgo de infecciones intestinales. Además, ayuda a desinflamar y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
lentejas
Las lentejas son una fuente popular de fibra dietética y proteína. También son bajos en calorías, colesterol y grasas. Esto los convierte en una excelente opción para una dieta vegetariana.
Media taza de lentejas cocidas aporta 115 calorías, 9 gramos de proteína y 14 gramos de fibra dietética. Las lentejas pueden ser una adición versátil a cualquier comida. Puede mezclarlos y combinarlos con otras verduras en una sopa ligera o agregarlos a una ensalada.
Las lentejas no solo son bajas en calorías, sino que también pueden ayudar a prevenir la diabetes tipo 2. De hecho, un estudio encontró que comer 60 gramos de brotes de lentejas durante ocho semanas puede tener un impacto positivo en los niveles de lípidos.
Las lentejas también pueden tener propiedades antioxidantes únicas. Se ha demostrado que los polifenoles de estas legumbres reducen el colesterol y la presión arterial. Esto puede proteger contra enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Bebidas azucaradas
Un nuevo estudio encontró un vínculo entre las bebidas azucaradas (SSB) y el aumento del tejido adiposo visceral. Este aumento de grasa alrededor de los órganos puede provocar enfermedades metabólicas y diabetes tipo 2, y también contribuir a las enfermedades cardiovasculares.
La American Heart Association emitió directrices en 2009 sobre los azúcares añadidos. Aconsejaron que hombres y mujeres no consuman más de 150 calorías de azúcares añadidos al día.
El estudio, que incluyó a adultos de 20 a 70 años, encontró que las bebidas azucaradas estaban asociadas con un aumento del tejido adiposo visceral. Estos depósitos se conocen comúnmente como grasa abdominal y también se sabe que están asociados con la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
Los investigadores midieron los tejidos adiposos abdominales mediante tomografías computarizadas (TC). Usando una técnica conocida como análisis volumétrico, los investigadores calcularon los volúmenes de los tejidos adiposos. El consumo de SSB se asoció con un aumento pequeño pero significativo en el tejido adiposo abdominal, independientemente del aumento de peso.
Refrescos dietéticos
Los refrescos dietéticos se comercializan para personas que buscan perder peso, pero las investigaciones sugieren que es posible que no sean tan beneficiosos para usted como cree. Los estudios han demostrado que contribuyen al aumento de peso y al síndrome metabólico, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes.
Investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio publicaron recientemente hallazgos sobre las gaseosas dietéticas y la grasa abdominal. Descubrieron que los bebedores regulares de refrescos de dieta tenían un mayor aumento de grasa abdominal que aquellos que los evitaban.
El estudio analizó a un grupo de 749 adultos mayores que vivían en San Antonio, Texas. Fue un estudio biétnico que rastreó su salud durante casi una década. Durante tres visitas de seguimiento, los participantes informaron sobre su consumo de refrescos.
Los investigadores analizaron datos sobre cuántos refrescos consumían diariamente y la circunferencia promedio de la cintura. También consideraron otros factores, como la edad, el tabaquismo y la cantidad de eran físicamente activos.