En un movimiento estratégico para fortalecer la alineación de Cruz Azul de cara al Clausura 2024, el nuevo director técnico del club, Martín Anselmi, ha asegurado los servicios del portero ecuatoriano Moisés Ramírez como la cuarta y última adquisición.
Esta contratación va más allá de la casualidad, ya que subraya el sólido vínculo de confianza entre Anselmi y Ramírez, forjado durante su exitoso paso por Independiente del Valle. El guardameta ecuatoriano desempeñó un papel fundamental bajo la dirección de Anselmi, culminando en un reciente subcampeonato en la Liga ecuatoriana el pasado fin de semana.
La decisión de traer a Moisés Ramírez como refuerzo para Cruz Azul implica que el entrenador está estratégicamente “arrebatando” al portero de su antiguo equipo. Juntos, están a punto de emprender una nueva aventura futbolística en México, llevando consigo la conexión y confianza desarrolladas durante su colaboración triunfante en Independiente del Valle.
Con tan solo 23 años, Moisés Ramírez se convierte en un jugador clave en el proyecto liderado por Iván Alonso, ocupando la posición crucial de portero que Cruz Azul ha estado buscando diligentemente. Esto sigue a intentos fallidos con Sebastián Jurado y Andrés Gudiño. El guardameta ecuatoriano ha firmado un contrato por tres años, con un costo reportado entre 2 y 2.5 millones de dólares.
La llegada de Ramírez se suma a las adquisiciones previas de Gabriel Fernández, Gonzalo Piovi y Camilo Cándido, marcando así la conclusión del armado de la plantilla para el entrenador Anselmi en la institución celeste.