En los últimos años, la Universidad de Chile ha enfrentado obstáculos significativos en el ámbito deportivo, alejándose de su histórico dominio y luchando por evitar el descenso. A pesar de ser el segundo equipo más exitoso del país, los registros recientes han reflejado un declive preocupante.
En el periodo 2019-2023, el equipo ha mostrado una falta de consistencia, ubicándose entre los tres primeros solo en 2020. La llegada de Sartor en 2021 no ha revertido la tendencia negativa, y el desempeño en los segundos semestres ha sido especialmente desafiante, con solo ocho victorias en 46 partidos.
La temporada 2023 se caracterizó por decisiones peculiares en fichajes, destacando la incorporación de Vicente Fernández en las últimas horas del periodo de transferencias. A pesar de desafíos como la falta de ritmo y adaptación, Fernández tuvo un papel aceptable, mostrando contribuciones positivas al equipo.
Emmanuel Ojeda, fichado en el segundo semestre de 2022 para liderar el mediocampo, enfrentó altibajos y lesiones. Su rendimiento insatisfactorio lleva al club a planear liberar su cupo de extranjero en 2024. Similarmente, Nery Domínguez, destinado a fortalecer la defensa, no renovará contrato debido a un desempeño irregular en 2023.
El arquero Martín Parra vivió momentos difíciles, marcados por su actuación en clásicos de la Copa Chile y una agresión de la hinchada rival. Parra dejó el club al final del año. Junior Fernandes fue crucial para evitar el descenso, mientras que Anderson Contreras, fichado en 2021, se fue sin debutar debido a lesiones.
En 2023, la Universidad de Chile, bajo Mauricio Pellegrino, generó esperanzas al destacar al final de la primera rueda, pero la falta de refuerzos durante la intertemporada y la salida de Darío Osorio sin reemplazo evidencian carencias que necesitan abordarse en 2024. La directiva señala limitaciones económicas como obstáculo para fichajes, subrayando la necesidad de un cambio significativo para reconstruir la fortaleza del equipo en la próxima temporada.