En Old Trafford, se encontraron dos equipos de renombre en una situación difícil. Lo que solía ser un enfrentamiento decisivo por títulos ahora se tradujo en un encuentro entre dos equipos ubicados en la mitad de la tabla. El miércoles, presenciamos un partido lleno de errores en todas las áreas del campo, lo que añadió emoción al juego y evitó que cualquiera de los equipos se despegara del desarrollo del mismo.
El Chelsea fue el que cometió más errores, especialmente al tratar de sacar el balón en los primeros minutos. El Manchester United aprovechó esta situación para presionar a Sánchez, el portero del Chelsea. A pesar de ello, el guardameta español respondió de manera admirable cuando Fernandes ejecutó un penalti en el minuto ocho. Aunque Enzo había cometido una falta contra Antony, el capitán del Manchester United no logró engañar a Sánchez con sus intenciones.
Un monumental error de Amrabat en su propio campo creó la oportunidad más clara para el equipo de Londres en la primera mitad. Mudryk recibió el balón en el área y tenía la oportunidad de marcar, pero su disparo desde corta distancia impactó contra la base del poste. La sucesión de errores y fallos generó varias ocasiones, incluyendo el primer gol local a los 19 minutos.
La secuencia comenzó con el Manchester United desperdiciando un córner, y el Chelsea perdiendo la oportunidad de contraatacar. Amrabat recuperó la posesión, Fernandes prolongó el juego, Garnacho entregó un pase crucial, y McTominay aprovechó un rebote tras un primer intento de Maguire. El escocés finalmente envió el balón a la red, marcando así el primer gol del partido.
El Manchester United se colocó en ventaja, tanto en el marcador como en el juego sobre el terreno. Mejoró su desempeño y tomó la iniciativa, pero el partido experimentó dos interrupciones: una para resolver problemas técnicos del asistente y otra para que McTominay recibiera tratamiento, lo que hizo que el ritmo del juego se volviera más lento.
A pesar de estas pausas, McTominay tuvo la oportunidad de ampliar la ventaja local con un cabezazo que Sánchez logró detener, y luego evitó el gol cuando el centrocampista local tuvo otra oportunidad clara. Sin embargo, fueron los visitantes quienes lograron marcar, de manera sorpresiva y aparentemente de la nada. En una acción aislada, Mudryk identificó la carrera de Palmer, quien avanzó hacia el área ante la pasividad de la defensa rival y venció a Onana con un disparo cruzado, igualando así el marcador.
El empate infundió confianza al equipo de Pochettino, que salió al segundo tiempo con la convicción de poder revertir el marcador. Jackson estuvo a punto de lograrlo apenas tres minutos después del inicio de la segunda mitad, ubicándose peligrosamente cerca de la meta de Onana. En un saque de esquina, la pelota llegó al segundo palo, pero el delantero no logró mantener la cabeza baja y el balón se elevó por encima del travesaño.
El Manchester United tomó nota de esta advertencia y respondió creciendo en el juego. Garnacho tuvo dos oportunidades en los minutos 53 y 55, mientras que Silva estuvo a punto de desequilibrar el marcador después de que un disparo de Antony rebotara en él, desviando la trayectoria del balón. Sánchez se sintió aliviado al ver cómo el balón se perdía por la línea de fondo. La grada de Old Trafford celebró el gol durante un breve instante, pero la ocasión no se materializó.
Luego, la alegría llegó para los aficionados. Cerca de la hora de juego, Garnacho envió un centro desde la izquierda al segundo palo, donde McTominay llegó con total libertad para poner al Manchester United nuevamente en ventaja con un cabezazo. El Chelsea quedó aturdido durante unos minutos, tiempo suficiente para que los protagonistas del segundo gol tuvieran oportunidades para cerrar el partido. Sin embargo, ambos fallaron, manteniendo la dinámica de errores del encuentro.
Fue necesario esperar hasta los últimos minutos para que el Chelsea despertara y volviera a meterse en el partido. Broja tuvo la oportunidad de empatar en el minuto 90, pero su cabezazo al segundo palo fue repelido, precisamente, por el poste.
Tras las decepciones sufridas contra el Galatasaray y el Newcastle United, una nueva victoria del Manchester United brinda la posibilidad de revitalizar la fe en Old Trafford. Aunque se encuentran rezagados en la clasificación, todavía tienen opciones de ingresar próximamente en puestos europeos. Esta perspectiva se refuerza aún más después del triunfo del miércoles ante el Chelsea. Los Diablos Rojos ocupan actualmente el sexto lugar, a tan solo tres puntos del City, que se encuentra en la cuarta posición. Mientras tanto, el Chelsea continúa en una tendencia descendente en la tabla.